martes, septiembre 07, 2010

Entre las alas que revolotean, las incesantes tardes libres sentada en la silla de siempre, con el cigarro en la mano y en la mesa una taza, que mas que llena, esta vacía, miro hacía la ventana al otro extremo de la habitación, siempre a esta hora me parece ver tu reflejo en el vidrio, se que te fuiste y no regresarás, el inconsciente desea con todas sus fuerzas que regreses, la razón me pide a gritos que te olvide, por la noches hay una guerra que nunca termina entre los dos bandos, por las mañanas, la presa siempre se encuentra vacía y las paredes llenas de sangre de la batalla anterior...

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Miran los ojos con extraño recelo, varados, finados, cada uno al cielo
Ghysell