lunes, enero 22, 2007

Sin rumbo

Hoy decidí salir a buscarte al centro, sin fundamento alguno, pues no se si visites el lugar seguido, aun así, mientras caminaba por esas calles que son pululadas por mil transeuntes que miran al infinito, a los aparadores y las personas; te vi, vi tus ojos clavándose en mi mirada y mi corazón se detuvo una eternidad. Vi como tu mirada me siguió hasta que nos cruzamos. Entonces te perdí, nunca te volví a ver...

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Miran los ojos con extraño recelo, varados, finados, cada uno al cielo
Ghysell