viernes, septiembre 01, 2006

Despues

Días después se había ido O. a España por lo menos tardaría 6 meces en regresar, mi corazón se sentía aliviado, ya casi había olvidado esa sensación de angustia que invadía mi ser a cada instante. Al día siguiente te vi y sentí lo mismo que la primera vez que te observé. No me abandona esa sensación de matarte para que no seas de nadie más, y sin embargo el deseo de verte día tras día me impide hacerme de tu vida. Te extraño a cada momento, sin importar si te ven o no mis ojos, como poder olvidar esa sensación de angustia que me produces cada instante que te veo, esa sensación de verte muerto, tan solo por el puro placer de ver la sangre correr por el piso mientras sale de tus venas; tantas veces he pensado en tu muerte, en la suerte que algún día correrás...

No hay comentarios.:

Miran los ojos con extraño recelo, varados, finados, cada uno al cielo
Ghysell